Elegido como el mejor largometraje chileno en el Festival Internacional de Cine de Valdivia 2020 y como la mejor película en la competencia nacional del Festival Internacional de Documentales de Santiago 2020, fue también galardonada en Dinamarca, Francia e Islandia. La cinta, dirigida por los chilenos Marianne Heugen-Moraga y Estephan Wagner, se presentará en el Cine Hoyts de Talca con aforo limitado e invitaciones. Se contará con la presencia de ambos directores y habrá un foro después de la exhibición.
Se trata de un viaje profundo a la tragedia humana que fue y sigue siendo Colonia Dignidad.
“Cantos de Represión” se desliza por un paisaje de belleza sobrecogedora. Cantos de pájaros y pequeños coros de adultos mayores interrumpen por momentos los testimonios dramáticos de los colonos. Cada historia va dando cuenta del mundo irreal y asombroso en que vivieron sus habitantes, entre los caprichos sexuales del pedófilo, la manipulación religiosa, los golpes y las alambradas. Cada uno enfrenta de manera diferente el sufrimiento del pasado: asumiéndolo, negándolo, justificándolo.
Una película que atrapa, conmueve y desestabiliza porque logra escarbar en las experiencias inefables de un experimento perverso que los obligó a todos a ser víctimas y victimarios, verdugos y atormentados. Un paseo por la intimidad del dolor, la enajenación y la impotencia.
UNA MIRADA ABIERTA
Marianne y Estephan, los premiados directores, viven en Dinamarca, pero viajan periódicamente a Chile por vinculaciones familiares y de amistad, lo que les permitió conocer de cerca la tragedia de Colonia Dignidad. Un proyecto que “desde la investigación inicial hasta la versión final significó cuatro años de trabajo”, dice Marianne, lo que incluyó varios viajes y seis meses viviendo en Chillán desde donde “nos trasladábamos casi todos los días a Villa Baviera para conocer a sus habitantes”.
Los directores lograron “romper la cáscara de silencio y desconfianza de los colonos”. Estephan cuenta que fue importante “haber crecido en una familia alemana, conozco los códigos y ellos me reconocían a mí. También ayudó el manejo del idioma y el conocimiento de su cultura. Pero fue relevante acercarnos con una mirada abierta, sin juzgarlos, tratando de entender su lógica, cómo ven el mundo, cómo miran el pasado, cómo ven el amor y construyen familia en un lugar donde estaba prohibido. Creo que eso lo sintieron y lograron abrirse”.
LAS POSTALES DE LA COLONIA
Indago sobre el papel que juegan las imágenes panorámicas de profunda belleza que se despliegan durante la cinta, tan ajenas al cine comercial y, sin embargo, tan efectivas en su capacidad de cautivar al espectador. “Hicimos una investigación bien intensa a nivel estético, dice Estephan, Colonia Dignidad fue experta en vender sus postales, eran parte de su ‘fachada’: el hospital, el coro de niños, la escuela, la naturaleza. Nosotros quisimos traducir esta estética para crear algo casi sobrenatural”. Marianne agrega: “Fue algo muy importante porque sentimos que la naturaleza ha sido testigo de todo lo que pasó ahí, todas las atrocidades, cómo se golpeaban entre ellos, el abuso de los niños, las torturas y las desapariciones. Todo está perpetuado en la naturaleza. Por eso esas imágenes largas que permitan pensar en lo que va pasando”.
La película logra este contraste casi irreal entre la misteriosa belleza del lugar y el dolor allí vivido. Como dice el abogado Hernán Fernández: “El terreno verde de Colonia Dignidad está regado con la sangre de niños y niñas inocentes…se trata de un caso triste de tortura y esclavitud infantil”.
Sobre el título “Cantos de Represión” y la aparente contradicción entre la alegría del canto y la tristeza de los castigos, Estephan comenta que “la Colonia era experta en crear imágenes de pureza casi angelical. Hoy día la música sigue siendo allí importante. Pero unos quieren cantar y otros como Horst ‘ya no pueden cantar’. La película no juzga y le deja eso al espectador”.
¿AÚN HAY MIEDO?
Les pregunto si aún hay miedo al interior del enclave. “Yo creo que sí hay miedo, afirma Estephan, pero no a las golpizas de antes, ni a un nuevo Schäfer. Hay miedo porque hay una dependencia del lugar, no tienen nada afuera, y cargan con un tremendo stress postraumático. Hay también una dependencia emocional, por décadas fue lo único que conocieron. Y temen dar testimonio de lo que tal vez vieron, por los efectos judiciales que eso puede tener. Además, que hubo pactos de silencio”.
Marianne plantea la necesidad de iniciar un proceso de reconciliación entre los diversos grupos relacionados con la Colonia. “Entre los colonos de adentro y los que se fueron, entre las víctimas alemanas y las víctimas chilenas. Esto no lo han impulsado ni los gobiernos de Chile, ni de Alemania. Mientras eso no se haga seguirán los miedos para enfrentar los grandes temas”, afirma.
Estephan opina que también hay miedo a nivel de Estados y de gobiernos. “Hay una Comisión Mixta chileno-alemana que lleva años y no ha avanzado nada. Más bien del lado chileno ha habido un bloqueo brutal. Eso es miedo a encarar los horrores en los cuales se participó”, sostiene.
¿Y LAS VÍCTIMAS EXTERNAS?
Hacia el final del largometraje hay una escena larga y silente en que los familiares y amigos de los detenidos/desaparecidos se acercan a una de las fosas y arrojan un clavel rojo. Es tal vez la única vez en que las víctimas externas al enclave aparecen explícitamente. Sin embargo, es una ausencia/presencia que se hace más dramática justamente por el silencio de imágenes y gritos.
Estephan reconoce que “este tema lo vimos muchas veces, pero lo que faltaba era entrar en profundidad en lo que fue la Colonia en su interior, que es lo más complejo”. Marianne complementa diciendo que “los torturados, ex presos, familiares, son víctimas sí o sí, no hay dudas ni discusión sobre eso. Los que viven adentro, muchos son víctimas y victimarios. Se mueven en una zona gris. Los testimonios no hablan de los detenidos/desaparecidos, en su lógica no están presentes, tratan de reprimirlo. Pero su presencia silenciosa fue esencial”.
Queda claro que la lógica de “buenos y malos” al estilo Hollywood no es parte de la película. Y que la separación de unos y otros no es fácil tras vivir por años sometidos a un líder despótico y a un sistema ideológico/religioso que aun opera con sus ficciones y soluciones simplistas, muy ajenas a la verdad y a la justicia.
Al despedirnos Estephan señala: “Nos interesa que pasen cosas, el pasado no se puede arreglar, pero el presente sí, el arte puede ayudar a provocar cambios”.
Fuente : Presentan en Talca revelador documental sobre Colonia Dignidad (18 de abril de 2022). Diario Talca. https://diariotalca.cl/presentan-en-talca-revelador-documental-sobre-colonia-dignidad/
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